Summary:
Los músculos esqueléticos de los mamíferos se componen de fibras musculares o
miocitos, con características estructurales y fisiológicas diferentes y con una composición
enzimática variable. Ello ha permitido la diferenciación de distintos tipos fibrilares, en base
sobre todo a la aplicación de técnicas histoenzimáticas (actividad de la ATPasa miosínica,
actividad NADH-TR, etc.) Las clasificaciones actuales se basan principalmente en el establecimiento
de una correlación entre ciertos parámetros fisiológicos (velocidad de contracción, resistencia a
la fatiga), y los resultados que se obtienen sobre secciones transversales seriadas de músculo
esquelético frente adistintas técnicas histoquímicas. Se ha demostrado que las fibras inervadas por
una sola motoneurona pertenecen todas al mismo tipo, y que mientras la velocidad de contracción
está correlacionada con la actividad de la ATPasa miosínica, la resistencia a la fatiga lo está con
el tipo de metabolismo oxidativo. De esta forma, a lo largo de las distintas décadas se han
identificado tres tipos principales de fibras, que de forma general se conocen de la siguiente
forma (Brooke/Kayes, 1970):
- Fibras tipo I: Tienen una actividad mATPasa alcalino-lábil y ácido-estable. Presentan
una gran capacidad oxidativa y se integran en unidades motoras de contracción lenta resistentes a
la fatiga. Participan en los movimientos lentos y de cierta duración.
- Fibras tipo II A: con actividad mATPasa alcalino-estables y ácido-labil, y capacidad
oxidativa moderada/alta, conforman uidades motoras de contracción rápida también resistentes a la
fatiga; Participan en los movimientos rápidos de larga duración.
- Fibras tipo II B: su actividad mATPasa es alcalino-estable, moderadamente
ácido-estable a ph. 4.6 y ácido-lábil a ph 4.3. Forman parte de las unidades motoras de contracción
rápida fácilmente fatigables. Participan en los movimientos rápidos y vigorosos, de muy corta
duración.
La distribución de estos tipos de fibras es a modo de mosaico, es decir,
entremezcladas unas con otras, y la proporción de las mismasdepende de la función muscular.
De esta forma, los músculos implicados en el aplomo de los miembros (m.m. soleo, ancóneo), están
integrados casi de forma exclusiva por fibras tipo I. Asímismo, la especie, la raza e incluso el
estado funcional del individuo, son otros factores que condicionan dicha proporción.
En el toro bravo, la aplicación de diversas técnicas histoquímicas sobre
secciones musculares transversales seriadas, nos ha permitido evidenciar los principales
tipos de fibras descritos anteriormente, y por lo tanto conocer aspectos funcionales del
músculo-esquelético, que pueden ser de utilidad a la hora de comprender el comportamiento locomotor
de estos animales en el momento de la lidia.
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