Tras la crisis de las 'vacas locas' entre 2000 y 2001, se adoptaron
unas estrictas restricciones que fueron revisadas en una primera 'hoja de ruta' en 2005, a la que
le sigue el documento con el que ahora Bruselas quiere fijar la estrategia para los próximos cinco
años frente a las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET), entre ellas la EEB.
Además de retirar la prohibición sobre las proteínas animales, se propone
suavizar otras medidas como aumentar la edad a la que el animal deberá ser sometido a tests
obligatoriamente y anular el sacrificio sistemático de las cohortes del bovino contaminado, para
que puedan comercializarse si antes se las somete a pruebas que descarten el contagio.También
se ha contemplado la posibilidad de equiparar la lista de materiales específicos de riesgo (MER) de
la Unión Europea, es decir los órganos que pueden transmitir la EEB, a la de la Organización
Internacional de Epizootias (OIE).
Según datos de la Comisión Europea, en 2009 se detectaron un total de 56 casos
del mal de las 'vacas locas', de los que 18 se registraron en España, pero todos corresponden a
reses "muy viejas" y, según fuentes comunitarias, sufrieron el contagio antes de que la UE adoptara
las fuertes restricciones.
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