La crianza de las reses bravas requiere el empleo de mucha mano de obra, buena
parte de ella especializada (veterinarios, biólogos, genetistas), así como numerosos empleos
eventuales (tientas, herraderos) y la actividad económica derivada (transporte especializado,
piensos, turismo rural). Todo ello se vería seriamente afectado si el ganado de lidia
desapareciera.
El Parlamento de Cataluña ha prohibido la lidia de toros en esta comunidad, lo
que puede influir negativamente en el sector ganadero español desde el punto de vista social,
laboral y medioambiental. Tal y como expone Pedro Barato, presidente de ASAJA, la "grave crisis"
que atraviesa el sector ganadero español deriva fundamentalmente de los bajos precios de venta de
los productos, tanto de la leche como de la carne; de los altos costes productivos y de la falta de
liquidez para mantener las explotaciones.
En base a los datos de la OPA, las cifras de cierre de explotaciones hablan por
sí solas: 18.100 explotaciones de ovino; 10.300 explotaciones de caprino; 19.000 de vacuno y otras
tantas de porcino. De ahí deriva la decisión del Parlamento de Cataluña, además de las posibles
motivaciones éticas, estéticas o políticas subyacentes.
Se trata por tanto de un sector clave a nivel económico, social y
medioambiental, que políticos y administradores deben saber valorar a la hora de tomar decisiones
en un momento de grave crisis económica como la actual. Porque tal y como plantea Pedro Barato: "En
esta ocasión el foco se ha puesto sobre el ganado de lidia, pero ¿quién nos asegura que la próxima
acometida no se dirigirá hacia los productores de porcino, o aves... o de cualquier otra especie
ganadera?".
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